Por medio de modernas técnicas forenses, un escritor e historiador británico asegura haber descubierto la verdadera identidad de Jack el Destripador, el asesino que aterrorizó los barrios del este de Londres en 1888. Según Mei Trow, el criminal fue un asistente del depósito de cadáveres de Whitechapel, llamado Robert Mann. Su tesis se sustenta en una investigación, de dos años, en la que aplicó técnicas forenses, incluyendo perfiles sicológicos y geográficos.
El origen de la investigación de Trow, dijo el Daily Mail, está en el perfil del asesino que hizo el FBI en 1988. Éste indicaba que era un hombre blanco, de clase social baja, probablemente de un hogar destruido, con un empleo menor como carnicero o ayudante paramédico, que tuvo largos periodos de soledad. Un tipo socialmente inadaptado.
"Yo quería ir más allá del mito de un hombre encapuchado con un sombrero de copa y un cuchillo y llegar a la realidad, y la realidad es simplemente que Jack era un hombre común", dijo Trow. Al criminal se le adjudica la muerte de cinco prostitutas, pero el historiador cree que hay dos más: su primera víctima que no fue contabilizada como suya y otra mujer que murió ocho meses después del último asesinato que se le atribuye.
Laurence Alison, psicólogo forense en la Universidad de Liverpool, cree que "Robert Mann es uno de los sospechosos más creíbles de los últimos años y lo más cerca que se podrá llegar a una explicación psicológica plausible para esos asesinatos".
La teoría de Trow ya inspiró un libro, "Jack the Ripper: Quest for a Killer" (ed. Pen & Sword), y un documental que será transmitido por Discovey Channel, este domingo, en Gran Bretaña.
Fuente: http://www.alertadigital.com/content/view/94693/4743/
El origen de la investigación de Trow, dijo el Daily Mail, está en el perfil del asesino que hizo el FBI en 1988. Éste indicaba que era un hombre blanco, de clase social baja, probablemente de un hogar destruido, con un empleo menor como carnicero o ayudante paramédico, que tuvo largos periodos de soledad. Un tipo socialmente inadaptado.
"Yo quería ir más allá del mito de un hombre encapuchado con un sombrero de copa y un cuchillo y llegar a la realidad, y la realidad es simplemente que Jack era un hombre común", dijo Trow. Al criminal se le adjudica la muerte de cinco prostitutas, pero el historiador cree que hay dos más: su primera víctima que no fue contabilizada como suya y otra mujer que murió ocho meses después del último asesinato que se le atribuye.
Laurence Alison, psicólogo forense en la Universidad de Liverpool, cree que "Robert Mann es uno de los sospechosos más creíbles de los últimos años y lo más cerca que se podrá llegar a una explicación psicológica plausible para esos asesinatos".
La teoría de Trow ya inspiró un libro, "Jack the Ripper: Quest for a Killer" (ed. Pen & Sword), y un documental que será transmitido por Discovey Channel, este domingo, en Gran Bretaña.
Fuente: http://www.alertadigital.com/content/view/94693/4743/