El abdomen estaba abierto por entero; los intestinos, segados de sus uniones mesentéricas, habían sido puestos al descubierto, sobre el hombro del cadáver, mientras que la pelvis, el útero y sus apéndices, con la porción superior de la vagina y los dos tercios posteriores de la vejiga, habían sido suprimidos por entero. No pudo hallarse el menor rastro de tales órganos, y las incisiones estaban ejecutadas con primor, evitando el recto y dividiendo la parte baja de la vagina a fin de no lesionar la cerviz del útero... Obviamente, se trata de la obra de un experto, de alguien, al menos, que tiene conocimientos de anatomía o patología que le capacitan para asegurar los órganos pélvicos con el corte de un cuchillo que, como ha indicado el señor Phillips, debe de ser de unos quince centímetros de largo, como máximo.
De Dr. Gabriel Pombo. El Monstruo de Londres. La Leyenda de Jack el Destripador.
De Dr. Gabriel Pombo. El Monstruo de Londres. La Leyenda de Jack el Destripador.